Por primera vez en la historia, un avión ha logrado volar sin ningún tipo de combustible impulsado durante 26 horas por nada más que la energía solar. Este vuelo es la fase inicial de la aventura Solar Impulse, puesto en marcha exitosamente por los diseñadores suizos Bertrand Piccard y André Borschberg, validando su objetivo de demostrar el enorme potencial de las energías renovables y de las nuevas tecnologías para el ahorro energético

Es hermoso —exclamó Bertrand Piccard— con este vuelo alentamos a las altas esferas responsables de adoptar políticas energéticas más ambiciosas. Es necesario un cambio de mentalidad para animar a la gente a utilizar nuevas tecnologías verdes y abandonar los combustibles fósiles —concluyó. El avión diseñado por este ingeniero aeronáutico tiene una envergadura de 64 metros, similar al del Airbus A340 y pesa apenas 1,6 toneladas. El dispositivo es una especie de libélula gigante cuyas alas están cubiertas con 12,000 células fotovoltaicas que alimentan cuatro motores eléctricos. En esta ocasión el aparato voló hasta 3,600 metros sobre el nivel del mar con velocidades punta de 70km/h.
El próximo objetivo de este proyecto de 65 millones de dólares es construir un segundo prototipo, más grande y con mejor rendimiento. Esta nueva unidad deberá llevar a cabo una ruta sobre el Atlántico en el 2013. El objetivo final del equipo es realizar una gira mundial en 2013 o 2014.