Ermenegildo Zegna celebra a los hombres que viven entre dos mundos, a los que hacen eco simultáneo del este y del oeste, de la tradición y lo contemporáneo, del ying y del yang, y le dedica esta colección otoño invierno a China. Esta colección toma como inspiración la personalidad de los uniformes de la Revolución China y la mezcla con el masculino modo de vestir de los años 40. Utiliza distintas paletas de colores –de rojos a cafés; grises casi negros; color té, caoba, y verde bambú– en siluetas definidas por hombros rectos, trajes y sacos de tres botones, y pantalones rectos con borde alto. La excelencia en sastrería de Zegna crea prendas de abrigo de cortes sofisticados pero a la vez prácticos y desenfadados: chaquetas en algodón encerado y en piel, largos sacos otomanos en seda, abrigos shearling tratados, y suéteres en casimir realizados a mano. Ecos de temas orientales enriquecen los accesorios para crear unas botas estilo combate con la punta ligeramente curveada hacia arriba, o zapatos que parecen zapatillas.